¿Qué te puede provocar la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa sucede cuando el intestino delgado no es capaz de digerir la lactosa, un azúcar que está en la leche y otros productos lácteos. La razón es que el intestino no produce suficiente cantidad de enzima lactasa, y por lo tanto, la lactosa no es digerida, y pasa sin ser absorbida al intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias presentes normalmente ahí, pudiendo producir molestias intestinales. La causa más frecuente de deficiencia de lactasa, es la primaria o hereditaria. Aunque la disminución de la lactasa en el intestino es lentamente progresiva desde la niñez, y pueden pasar muchos años sin notar síntomas, hasta la edad adulta.
Otras causas son: Cirugía del intestino, infecciones en el intestino, esprúe celíaco, etc.