¿Los ataques de pánico que sufren los niños son siempre motivados por alguna experiencia previa?

  • 10 Respuestas
  • 174 visitas
  • Almudena García Peláez
    76

    Almudena García Peláez respondió:

    Psicóloga (Madrid)

    No necesariamente. El niño puede haber desarrollado miedos irracionales por algo que le han dicho o por la observación de otras personas en una situación de pánico. Existen miedos de tipo evolutivo y otros miedos aprendidos

    Nota legal
  • Dr. Miguel Meersmans Sánchez-Jofré
    96

    Dr. Miguel Meersmans Sánchez-Jofré respondió:

    Psicólogo (Granada)

    Establecer la causa que da origen a un ataque de pánico no siempre es fácil ni siempre está claro del todo. Por ello, respondiendo a tu pregunta, no tiene porqué tener una relación causa-efecto con una experiencia previa, puede ser por la reacción de un fármaco o un desajuste episódico.

    Nota legal
  • Javier  Medina Sánchez
    95

    Javier Medina Sánchez respondió:

    Psicólogo (Bilbao)

    Hola. No, muchas veces los ataques de pánico pueden ser producidos por estímulos internos que no tienen nada que ver con experiencias previas. Por ejemplo los terrores nocturnos pueden dejar al infante en un estado de alerta que desencadene ataques de pánico. Saludos, Javier Medina.

    Nota legal
  • Lourdes Trillo
    98

    Lourdes Trillo respondió:

    Psicóloga (Málaga)

    Tanto en niños como en adolescentes o adultos, los ataques de pánico no siempre tienen como antecedente una experiencia previa. El miedo es una respuesta adaptativa normal de precaución o protección ante un peligro real o hipotético, que experimentan todas las personas en algún momento de su vida y que puede manifestarse con diversos síntomas. El problema surge cuando ese miedo se convierte en una reacción irracional, recurrente, exagerada e incapacitante para la persona ante la presencia o anticipación de un estímulo fóbico. El pánico, como respuesta extrema de ansiedad y que no siempre tiene su origen en la infancia, puede llegar a generar malestar o conductas de evitación que interfieren la vida de las personas, sin que haya necesariamente un precedente que las explique.

    Nota legal
  • Luz María Meseguer Puig
    95

    Luz María Meseguer Puig respondió:

    Psicóloga (Castellón de la Plana)

    Siempre hay una primera vez para todo y esa primera experiencia es un aprendizaje. en el futuro cuando nos volvemos a encontrar con una situación semejante por la que hemos tenido una respuesta de pánico, lo volveremos a hacer. Cuando los ataques de pánico se repiten es porque ya hay una experiencia previa y la persona trata de afrontar la situación que le da miedo huyendo o paralizándose, pero en ningún caso la está pudiendo resolver. Un niño que sufre ataques de pánico debería acudir a un psicólogo infantil.

    Nota legal
  • Ana Morales Carmona

    Ana Morales Carmona respondió:

    Psicóloga (Granada)

    No, no tiene porqué haberse producido una experiencia previa traumática para desencadenar un trastorno de ansiedad, hay personas que la experimentan y no desarrollan el trastorno. El niño ha debido aprender a reaccionar de esa manera ansiógena ante diversas situaciones o cogniciones respondiendo con conductas de evitación y manteniendo el problema.

    Nota legal
  • Rosalia  Menendez
    72

    Rosalia Menendez respondió:

    Psicóloga (Alcobendas)

    Aunque el mundo infantil se ciñe más al mundo de lo concreto, versus lo aacto, un ataque de pánico puede estar motivado por un experiencia previa o no. En ocasiones, los ataques de pánico se inician por la mala interpretación de un signo o síntoma que tiene el organismo (palpitación puntual, respuesta ante un susto, pequeño mareo, etc.). Otras veces los antecedentes pueden ser situaciones imaginadas o inventadas por el niño. No obstante, habría que valorar en su caso cómo son esos ataques, si hay fijación por parte del niño de los síntomas corporales, saber si siguen un patrón ante determinadas situaciones o no, etc. Este análisis funcional debe hacerlo un profesional si está empezando a resultar un problema e interferir en su vida. Gracias!

    Nota legal
  • Isidro  Rebollo Conejo
    78

    Isidro Rebollo Conejo respondió:

    Psicólogo (Girona)

    Hay ciertas respuestas que tienden a dominar los miedos desde los mismos miedos, algo así como el juego en los animales y sus futuras experiencias de caza. Los miedos son en cierta manera algo natural. Cuando hablamos de pánico cabe precisar en qué situación y cómo surgen. Si de lo que hablamos es de angustia (para ello es necesario un diagnóstico diferencial) estamos ante una situación nueva. la angustia es una señal de que algo no funciona, de que algo falta (no a nivel de necesidad) sino de algo de tipo constitutivo del sujeto. Es una pregunta que es necesario ayudar a formular. El especialista debe ayudar en este último paso.

    Nota legal
  • Guillermo   Virués Román
    81

    Guillermo Virués Román respondió:

    Psicólogo (Chiclana de la Frontera)

    Al hablar de ataques de pánico, habría que empezar diferenciando entre miedo, cuando el objeto es conocido (ej. miedo a las serpientes) y angustia, cuando el objeto le es totalmente enigmático al sujeto. Éste último es el que es típico del ataque de pánico, antes llamado ataque de angustia o neurosis de angustia. Con respecto a lo de que están motivados por alguna experiencia previa, de hecho, es así. Otra cosa es que el sujeto haya podido hacer una iipción significante de esa vivencia. A veces suele ser lo más nimio. No tiene por qué ser algo extremadamente impactante, como algunos creen. Basta que el niño no haya podido hacer esa iipción, y entonces, en un 2º tiempo, cuando se da alguna contingencia que hace retornar eso que no se iibió, surge la angustia como afecto de real.

    Nota legal
  • Juan Gabriel Rescalvo Somoza
    74

    Juan Gabriel Rescalvo Somoza respondió:

    Psicólogo (Tres Cantos)

    No, los ataques de pánico suceden cuando la persona experimenta una serie de sensaciones fisiológicas como sudores, sensación de ahogo, incremento del ritmo cardiaco, etc. En el momento en que esas sensaciones se interpretan de un modo amenazante, con pensamientos como "mi vida está en peligro" "debo evitar cualquier cosa que despierte esas sensaciones" es cuando aparece el problema. Lo determinante no es que el niño haya tenido una experiencia previa concreta, sino que la haya interpretado como amenazante. Un ejemplo podría ser que jugando al fútbol en un determinado momento del juego, pensara que la falta de oxígeno, la falta de energía, u otros indicadores típicos del esfuerzo físico se deben a que se encuentra en una situación amenazante.

    Nota legal