Medicamentos: Prospecto Metasedin inyectable

Condiciones de prescripción y uso: Medicamento sujeto a prescripción médica. estupefacientes

Estado: Autorizado

Estado de comercialización: Comercializado

Laboratorio: Laboratorios Dr. Esteve, S.A.

Principios activos: Metadona hidrocloruro

Qué es Metasedin inyectable

Metasedin Inyectable se presenta en forma de inyectable vía subcutánea. Se presentan envases de 1 y 12 inyectables de 10 mg cada uno. Metasedin Inyectable es un medicamento que contiene una sustancia denominada metadona, perteneciente al grupo de los fármacos analgésicos narcóticos. Metadona es un analgésico central de potencia equivalente a la de la morfina, pero con una menor acción depresora de la respiración y de la motilidad gastrointestinal. Asimismo, produce menos euforia, y una dependencia y síndrome de abstinencia mucho menores que la de otros narcóticos. Metasedin Inyectable está indicado para el dolor intenso de cualquier etiología. Dolores postoperatorios, postraumáticos, neoplásicos, neuríticos, por quemaduras, siempre que no respondan a los analgésicos menores. Tratamiento del síndrome de abstinencia a narcóticos.

Antes de tomar Metasedin inyectable

No tome Metasedin Inyectable en caso de: - Insuficiencia respiratoria o enfermedad obstructiva respiratoria grave. - Enfisema - Asma bronquial - Síntomas cardíacos secundarios a procesos pulmonares crónicos (Cor pulmonale) - Hipertrofia prostática o estenosis uretral - Aumento de presión en el interior del cráneo - Alergia a la metadona o a cualquiera de los componentes de la especialidad Tenga especial cuidado con Metasedin Inyectable: - Si es un paciente con la presión arterial baja.. - Si es un paciente de riesgo: En pacientes ancianos o debilitados y en pacientes con insuficiencia hepática o renal, hipotiroidismo o enfermedad de Addison, Metasedin (Metadona) se administrará con especial precaución, debiendo reducirse la dosis. Metasedin (Metadona) no es apropiado para ser utilizado en niños. - Si es un paciente con dolor abdominal agudo, dado que la administración de Metasedin (Metadona) u otros fármacos similares puede enmascarar el diagnóstico y el curso clínico. - Metadona puede alterar los resultados de algunas pruebas analíticas sanguíneas (valores plasmáticos de prolactina, tiroxina, globulina fijadora de tiroxina [TBG] y triyodotironina). - Durante el tratamiento con metadona se han notificado casos de arritmias cardíacas malignas producidas por un enlentecimiento de la conducción de los estímulos eléctricos a través del corazón (prolongación del intervalo QT y de Torsade de Pointes), especialmente con dosis altas (>200 mg/día). Debido a ello, deberá administrarse con precaución a pacientes con riesgo de arritmias (prolongación del intervalo QT): Antecedentes de determinadas alteraciones en el electrocardiograma (prolongación del intervalo QT) Enfermedad cardiaca avanzada Tratamiento asociado con medicamentos que pueden producir arritmias (prolongar QT) y con medicamentos que aumentan la concentración de metadona en la sangre. Embarazo y lactancia: Consulte a su médico o farmacéutico antes de tomar un medicamento. Metadona atraviesa la barrera placentaria y alcanza al feto. Aunque los estudios en animales no han revelado evidencia de lesiones en el feto, no existen datos suficientes acerca de la seguridad de la administración de metadona a mujeres embarazadas. Por consiguiente, ya que los estudios de reproducción animal no siempre permiten pronosticar la respuesta humana, antes de administrar metadona durante el embarazo, deben valorarse el beneficio y el riesgo para la madre y el feto. Puesto que metadona se elimina por la leche materna, sólo se administrará a madres lactantes cuando los beneficios para el lactante superen los posibles riesgos. La lactancia en estas condiciones podría prevenir la aparición de un síndrome de abstinencia en el recién nacido. Conducción y uso de máquinas: Metadona puede producir somnolencia y disminuir la capacidad de atención, particularmente al inicio del tratamiento; en consecuencia, debe desaconsejarse al paciente la conducción de vehículos y el manejo de maquinaria peligrosa. Tolerancia y dependencia: Tal como sucede con otros opiáceos, con el uso continuado de metadona puede desarrollarse dependencia de este medicamento, así como tolerancia al mismo, que se manifiesta por la necesidad de incrementar sucesivamente la dosis para obtener el mismo efecto. La interrupción brusca del tratamiento, en pacientes con dependencia física, puede precipitar un síndrome de abstinencia. Toma de otros medicamentos: Informe a su médico o farmacéutico si está tomando o ha tomado recientemente otros medicamentos, incluso los adquiridos sin receta médica. Analgésicos opiáceos. La administración de algunos analgésicos opiáceos (agonistas puros) puede producir una potenciación de la depresión respiratoria y del sistema nervioso central y descenso de la tensión arterial, particularmente en pacientes ancianos. Sin embargo, la administración de otros opiáceos (agonistas parciales), como buprenorfina o pentazocina puede precipitar síntomas de abstinencia en un paciente adicto a metadona. Inhibidores de la Monoaminooxidasa (IMAOs). Los IMAOs, fármacos utilizados en el tratamiento de la depresión, pueden potenciar y prolongar los efectos depresores de metadona. También pueden producir estimulación del sistema nervioso central. Por consiguiente, debe evitarse la administración de metadona en asociación con un IMAO y deben transcurrir dos semanas entre la interrupción del tratamiento con un IMAO y el inicio del tratamiento con Metasedin (Metadona). Alcohol y fármacos depresores del Sistema Nervioso Central. El alcohol potencia el efecto sedante de metadona, pudiendo producir descenso de la presión arterial y depresión respiratoria graves. En pacientes que estén recibiendo otros analgésicos opiáceos, anestésicos generales, algunos fármacos utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia y las psicosis (fenotiacinas), ciertos fármacos para el tratamiento de la depresión (antidepresivos triciclicos), fármacos para el tratamiento del insomnio u otros fármacos sedantes del sistema nervioso central, metadona se utilizará con precaución, reduciendo la dosis si fuera necesario, ya que existe riesgo de depresión respiratoria, descenso de la presión arterial y sedación profunda o coma. Rifampicina y fenitoína. La administración concomitante de rifampicina o fenitoína u otros inductores de los enzimas hepáticos puede dar lugar a una reducción de la concentración de metadona en la sangre, pudiendo desencadenar un síndrome de abstinencia. Cimetidina. La administración conjunta de cimetidina potencia los efectos de metadona, por desplazamiento de ésta de sus lugares de fijación a las proteínas plasmáticas. Fluoxetina. La fluoxetina, un fármaco para el tratamiento de la depresión y otros fármacos similares pueden potenciar los efectos de metadona al aumentar la concentración sanguínea de ésta. Fármacos que modifican la acidez de la orina. Los fármacos que acidifican o alcalinizan la orina pueden alterar la eliminación de metadona, puesto que el aclaramiento de metadona se incrementa cuando la orina es ácida y se reduce cuando es alcalina. La eliminación de metadona disminuye con algunos medicamentos (inhibidores del citocromo P450), tales como algunos inhibidores de proteasas utilizados en el tratamiento de la infección por VIH (principalmente ritonavir, indinavir y amprenavir); antibióticos macrólidos como eritromicina, claritromicina o troleandromicina; fármacos utilizados en el tratamiento de las infecciones por hongos, como ketoconazol, itraconazol, miconazol y fluconazol. El riesgo de metadona de producir arritmias (prolongar el QT) puede verse aumentado cuando se administra con medicamentos que producen alteraciones de la concentración de los iones sanguíneos y con aquellos que afectan la conducción cardiaca como antiarrítmicos de la clase IA (quinidina, disopiramida y procainamida) y de clase III (amiodarona, sotalol); fármacos para el tratamiento de la depresión (amitriptilina, maprotilina), fármacos utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia y las psicosis, terfenadina, bepridil, halofantrina, cisaprida, moxifloxacino y esparfloxacino.

Cómo tomar Metasedin inyectable

Siga estas instrucciones a menos que su médico le haya dado otras indicaciones distintas. Consulte a su médico o farmacéutico si tiene dudas. La dosificación debe ser individualizada por lo que su médico establecerá la dosis adecuada para usted y realizará los ajustes que considere oportunos. Si estima que la acción de Metasedin Inyectable es demasiado fuerte o débil, comuníqueselo a su médico o farmacéutico. ADULTOS: De 1/2 a 1 inyectable por dosis, vía subcutánea, según intensidad del dolor. Esta dosis puede repetirse según criterio facultativo. Recuerde tomar su medicamento. Su médico le indicará la duración del tratamiento con Metasedin Inyectable. Si Vd. toma más Metasedin Inyectable del que debiera: Si usted ha tomado más Metasedin Inyectable de lo que debe, consulte inmediatamente a su médico o farmacéutico. Las manifestaciones clínicas de una sobredosis consisten en la aparición de depresión respiratoria; somnolencia extrema, que puede evolucionar hacia la disminución de nivel de conciencia y coma; contracción intensa de las pupilas, flaccidez muscular, frialdad cutánea y, en ocasiones, descenso de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. En caso de intoxicación extrema puede aparecer parada respiratoria, colapso circulatorio, fallo cardíaco y muerte. En caso de sobredosis o ingestión accidental, consultar al Servicio de Información Toxicológica. Teléfono 915 620 420.

Posibles efectos adversos Metasedin inyectable

Como todos los medicamentos, Metasedin Inyectable puede tener efectos adversos. En general, metadona provoca efectos secundarios similares a los de la morfina. Los efectos secundarios más graves de metadona, como ocurre con otros opiáceos son la depresión respiratoria y, en menor medida, el descenso de la presión arterial, habiendo ocurrido casos de parada respiratoria, shock y paro cardíaco. Los efectos secundarios más frecuentes son aturdimiento, mareo, sedación, náuseas, vómitos y sudoración. Estos efectos parecen ser más intensos en pacientes ambulatorios y en aquellos que no presentan dolor crónico intenso. En dichos pacientes es recomendable el empleo de dosis más bajas. Algunos efectos adversos pueden aliviarse si el paciente se acuesta. Otros efectos secundarios que pueden aparecer son los siguientes: Sistema nervioso central: euforia, inquietud, debilidad, dolor de cabeza, insomnio, agitación, desorientación, y alteraciones visuales. Gastrointestinales: boca seca, disminución del apetito, estreñimiento y espasmo de los conductos biliares. Cardiovasculares: enrojecimiento cutáneo, enlentecimiento de la frecuencia cardíaca, palpitaciones, desmayo y síncope. Genitourinarias: retención urinaria o sensación continua de necesidad de orinar, efecto antidiurético y disminución del deseo y/o potencia sexual. Alérgicas: picor, urticaria, erupción cutánea , edema y, raramente, urticaria hemorrágica. Metadona puede producir incremento de la presión en el interior del cráneo, particularmente cuando existen valores previos elevados. Raramente se han descrito arritmias cardíacas (prolongación del Intervalo QT y Torsade de Pointes). Si observa cualquier otra reacción no descrita en este prospecto, consulte con su médico o farmacéutico.

Conservación Metasedin inyectable

Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños. Conservar a temperatura ambiente. No utilizar una vez superada la fecha de caducidad que figura en el envase. Venta exclusiva con receta oficial de estupefacientes. Uso hospitalario Este prospecto ha sido aprobado en Julio 2007
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